Efectivamente, preciosa y amable excursión que nos permitirá, además, ir disfrutando de un excepcional paisaje con vistas a la mar Mediterránea y con el Desert de les Palmes a nuestro alcance: La Bartola, Portería Vella, Convento de los Carmelitas Descalzos, Centro de Espiritualidad "Santa Teresa de Jesús", El Bartolo, Agujas de Sta. Águeda, La Sufera..., y por fin a nuestro alcance el espectacular emplazamiento del Castillo de Miravet, que nos deja encantados.
Su acceso se hace un poco más lento pues caminamos, entre un manto de rocas, hasta que se descubre una senda intuitiva que nos permite en paralelo a un lienzo de murallas, acceder al Castillo.
Las primeras noticias históricas datan de la época del Cid Campeador que en 1091 lo conquistó a los musulmanes y poco más de un siglo después Jaime I, inició la conquista definitiva. En realidad nos encontramos en un Ribat o Monasterio fortificado donde lo habitaban monjes guerreros musulmanes, llamados los muràbitin.
Sus dominios se extienden en dirección Este (única posible y de acuerdo a la naturaleza del abrupto promontorio). Observamos que es de planta irregular y tendría diversos recintos amurallados. Su estado es de ruinas, descubriendo el Aljibe, Muros, Torreones, Arcos y dispersas construcciones intramuros.
Ya de regreso sobre nuestros propios pasos, ninguna dificultad que añadir, excepto la de extremar las precauciones al caminar sobre las rocas que nos dejarán sobre una senda lisa y segura hasta nuestro punto de partida, dando por finalizada la ruta de esta semana.